Rastros microscópicos de glicina fueron descubiertos en una muestra de partículas extraída de la cola del cometa Wild 2 por la sonda espacial Stardust de la NASA en las profundidades del sistema solar, a unos 390 millones de kilómetros de la Tierra, en enero del 2004.
Muestras de gas y polvo recolectadas en una pequeña fuente revestida con un material ultra esponjoso llamado aerogel fueron traidas de regreso a la Tierra dos años más tarde en un recipiente que se desprendió de la nave y aterrizó en paracaídas en el desierto de Utah.
Se cree que cometas como Wild 2, que recibe su nombre del astrónomo Paul Wild (pronúnciese "Vild"), contienen granos bien preservados de material que data desde el principio del sistema solar, hace miles de millones de años, y que podrían contener pistas sobre la formación del Sol y los planetas.
La detección inicial de glicina, el más común de los 20 aminoácidos en las proteínas de la Tierra, fue reportada el año pasado, pero le llevó cierto tiempo a los científicos confirmar que el compuesto en cuestión era de origen extraterrestre.
"No podíamos estar seguros si provenía del proceso de manufacturación o de uso de la nave", dijo la astrobióloga Jamie Elsila, del centro espacial de vuelo Goddard en Greenbelt, Maryland, la principal autora de la últimas investigación.
La científica presentó esta semana los descubrimientos, aceptados para su publicación en la revista Meteoritics and Planetary Science, durante una reunión de la American Chemical Society en Washington, DC.
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